Los mecanismos del universo destrozado

La desaparición del poder en el perfil del estado y la sociedad, y su aparente sustitución con estructuras simbólicas, liderazgo icónico y el vocabulario necesario para hacer que el teatro de la gobernabilidad parezca real, es decir, ideología, marcó el desenredo involutivo que hemos examinado desde Sila hasta los Tres Emperadores.
Esta clásica deconstrucción del poder estatal puede ser reconocida de la misma manera, siempre que se admita que el escenario contemporáneo no es lo que pretende ser. Una vez que el discurso político moderno es rechazado ─al reconocer que el capitalismo moderno es una psicosis en vez de un sistema basado en la lógica─ y cuando también se desestima la versión aclaratoria (ideológica) de la crisis actual, es posible identificar, en la narrativa moderna, una incómoda relevancia, y de hecho similitud, con las clásicas convulsiones de las crisis estatales primigenias de la antigua Roma.